Los barriles son los protagonistas indiscutibles en el proceso de envejecimiento del vino. Esta fase es esencial y crucial para el nacimiento de grandes vinos y, en particular, para aquellos creados a partir de uvas procedentes de viñedos seleccionados, especialmente estructurados y ricos.
Con el fin de mejorar este proceso, Banfi ha llevado a cabo una investigación sobre los barriles, interviniendo en todo el proceso: desde la elección de las plantas, al envejecimiento hasta llegar al secado.
En pos de una continua búsqueda de la excelencia, hemos elegido como madera para los barriles el roble francés: cada madera se elige directamente desde el árbol, que crece en los preciados bosques Alliers, Nevers, Fontainebleu y Tronçais, en el Macizo Central francés.
Una vez cortadas, las duelas se someten a un proceso de envejecimiento dentro de la propia finca Banfi: la madera se deja a la intemperie durante tres años, en un espacio de más de 100 m³, dispuestas en forma de heptágono con el fin de garantizar una evolución cualitativa de la madera homogénea y constante.
Una vez finalizado el envejecimiento y el ensamblado de las barricas, le toca el turno al secado: la temperatura se mantiene baja y prolongada, durante un periodo más largo en comparación con las planificaciones normales, evitando de este modo desperfectos y obteniendo como resultado un secado más uniforme. La novedad de este proceso reside en tener en consideración la composición final del barril en el momento en el que se elige la modalidad de ejecución del secado: esto permite valorar mejor la variabilidad de las barricas.